Mi propio regalo de cumpleaños para mañana será éste:
Porque me alegro cuando encuentro un buen poema triste.
Porque accedí a jugarme la vida por buscar mis propias reglas.
Porque gracias a eso, aprendí a Perder y fue un regalo Ganar.
Porque, después de todo, la vida me sigue dando sorpresas.
Porque el silencio compartido es la mejor forma de amar.
Porque en una espalda cabe una constelación.
Por tanto que he vivido apasionadamente,
como si fuera ese mi oficio.
Por los días y años de mierda,
como si fueran esas mis vacaciones.
Tiempo que pasa.
Y lo que queda.
Afortunadamente.
Poema: Llorar a lágrima viva, de Oliverio Girondo.
Película: El lado oscuro del corazón, 1992 (Dir. Eliseo Subiela)
7 comentarios:
No sé si desearte un feliz o un triste cumpleaños.
Que pases al menos un día que te guste.
Gracias, Soboro.
Que pases al menos un día que te guste...
Es la mejor frase que me han dicho para mi cumpleaños. La más apropiada, desde luego.
Saludos.
Ay, amigo, que lástima no poder cruzar nuestras copas en un brindis demente y demasiado pretencioso.
Aún así, pronto sentiremos recuperado el tiempo perdido porque así somos, inconformistas conformados con memoria de pez en las heridas.
Un abrazo gigante como tu talento. Como tus ansias.
Te llamo mañana para felicitarte a ti, o en su defecto a tu contestador.
Afortunadamente... (me quedo con eso)
Nadie nos dijo nunca
que quien nace con los versos en los bolsillos
tiene la lastimosa misión
de vivir cada día como si fuera el último...
y encima, lo ha de hacer cantando.
Cualquier día de estos lo celebraremos con una orgía de rimas imperfectas.
Felicidades Amigo...
Damián, Sacra... Gracias. Saber que existen versos y vida en vuestro aliento y que lo compartis con todos nosotros también es un regalo. Esta noche, en Las Ramblas de Barcelona, aceptaré la renovación de mi contrato con la vida... y brindaré a vuestra salud.
Felicidades, amigo.
Por el tiempo que ha pasado.
Por el tiempo que queda.
Aquí, allá...
Esta noche yo también estaré en las Ramblas de Barcelona (el mundo es ese pañuelo, ya ves). Quién sabe si nos encontraremos en plenas fiestas de la Mercé. Estaría bien compartir un vino...
Antes, estaremos en el teatro, ¡cómo no!
Un petonet.
¿Cómo? ¿Que Begoña está en Barcelona? ...ahora entiendo por qué han cortado las calles del centro.
Un abrazo, amiga. Espero verte por aquí o por allá.
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