Ya me lo decía mi madre: Ay, hijo mío... ¿Y qué será lo próximo?

domingo, 7 de julio de 2013

¿Te refieres al libro o al Aloe Vera?

Si lo abres cura, pero ten cuidado con las espinas.

Degeneración en generación, Vicente Llorente (Huacanamo, 2013)




¡Majare, cómo cae julio! El sol implacable –y más vale que así sea- culmina su labor de tostadora hirviendo cerebros que se aventuran a la calle en pleno mediodía. Yo sigo aquí, a la sombra –como Bárcenas pero sin vacaciones pagadas-, al fresco oficio de crear. Hay que mirar con hambre y vivir como si fueras rico. Hago mi trabajo cuando Amón descansa y clubs o restaurantes valientes quieren ofrecer servicios musicales a sus clientes. De vez en cuando se casa alguien.

También preparo las presentaciones de mi poemario Degeneración en generación, libro donde hablo de todo eso y de otras cosas sin importancia como luchar, ser libre, valiente y vivir por encima de tus posibilidades y no de las de los demás. Tendré que explicar en algún momento la típica pregunta de un "lame RAE" cualquiera, interesado en la utilización de las mayúsculas después de los dos puntos o en las minúsculas de la palabra dios. No creo que le interese mi explicación, sino el hecho de haber encontrado esos indicios de mi condición errática y poco instruida.
Me gustaría presentarlo ya, pero tengo el verano encima y, aunque es un libro para leer en vacaciones y “en familia”, no sé si habrá público estival en mis recitales músico-poéticos. Parece que nunca es el momento: ahora la gente prefiere la playa, me dicen, después no tienen dinero, me dicen, más allá llegará navidad, añado yo… y nunca hay tiempo para estar aquí, sencillamente, en paz con lo que uno no tiene.