Cuando piensas que las canciones actuales (lo que se oye y ve en televisión, quiero decir) son una combinación de siete notas con su fórmula manoseada y letras escritas para que las entienda un perro, llega a nosotros Tim Minchin para redimirnos, usando el verbo, el humor, la MÚSICA (porque es un maestro, ya lo veréis) y toda la ciencia que hay detrás de ese pelo alborotado. Un canto a la libertad del ser humano en tiempos de esclavitud.
Os dejo con algunos vídeos y con la certeza de que bucearéis por internet buscando más.
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