Ya me lo decía mi madre: Ay, hijo mío... ¿Y qué será lo próximo?

viernes, 9 de septiembre de 2011

Muebles

De todas mis dudas
quiero salvar
una certeza de madera
renqueante y con vetas
para acondicionar
esta sala de espera
que es la vida.

Una mesa.
Con dos cajones.
La viruta que llueve al abrirlos.

En su interior,
siempre a mano
y susceptibles de combustión,
guardo mis textos.

Hoy
he dejado un papel en blanco:
Flaco favor al mundo
mi testamento.

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