Ya me lo decía mi madre: Ay, hijo mío... ¿Y qué será lo próximo?

jueves, 2 de diciembre de 2010

Nuevo Libro

B.A.R., Vicente Llorente

Con portadas a mano (no hay dos iguales) acaba de salir al mercado cartonero mi nuevo libro, o librico: B.A.R. (Breve Antología de Rescatados) en la editorial Cartonerita Niñabonita, con David Giménez al frente.

Aquí se puede leer una breve reseña de Luis Felipe Alegre.
Y aquí otra de Octavio Gómez Milián.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CANCIÓN POR LA IGUALDAD

Todos y todas
y cada uno de nosotros y nosotras
hemos perdido la batalla y batallo
en algún momento de la vida y vido.

He aquí el verdadero y verdadera
igualdad que genera el género.


 

lunes, 18 de octubre de 2010

Memorias circulares del hombre-peonza


Acaba de llegar a mi buzón (el postal de toda la vida) Memorias circulares del hombre-peonza, del bucanero Carlos Salem, editado por Ya lo dijo Casimiro Parker, una locura necesaria en forma de editorial de poesía con Marcus Versus a la cabeza.
Están tan locos estos dos que me propusieron hacer el prólogo. Y fue un regalo: Por su autor, por la editorial y por el libro.

Os va a gustar.

lunes, 11 de octubre de 2010

Inmensamente, Llorendal

Foto: Vicente Llorente

Es un parpadeo la vida. También lo es el baile orquestado de estas luces que anuncian el mayor y más grande espectáculo del mundo. El más difícil todavía. La ilusión, no exenta de cierto patetismo, del circo que agoniza. Bajo la carpa, en la pista central (y única) giran y saltan cuerpos perfectos en una orgía de polvo y boca abierta, con gradas vacías que ocupan ojos húmedos y brillantes como las luces que gotean en la puerta. Los animales exóticos de otros tiempos, la última cabriola del oso enfermo, el aspaviento funámbulo y servil del camello, el cocodrilo y otros actores de los documentales de televisión, se perderán en el barrizal donde el circo clásico quedó atrapado. Soy consciente de estar presenciando el más difícil todavía por última vez. Y no conozco mejor y más digna metáfora de la vida que este oficio. Por eso llevé a mi hijo, precisamente hoy, al mayor y más grande espectáculo del mundo. Por eso, y porque quiere ser payaso. Ya ejerce en casa haciéndome reír con sus gestos. Soy la red de sus falsas caídas al vacío, de su salto no mortal (no, por favor, una tregua pido), de su deambular pequeño por el pasillo y su mágica luz de tres años.

Él es un circo. Salta a la vista. Por eso, sabiendo que un día caeremos definitivamente, sabiendo todos que esa es nuestra certeza, no dejamos de saltar a la vida. Por eso fuimos, precisamente hoy, al mayor y más grande espectáculo del mundo. Hoy, a tres días de la muerte de mi padre, he comido palomitas de maíz con mi hijo y su baile de ojos saltimbanquis: espejos rotos de payasos que, para evitar castigo o preservar recuerdos, imitan el reflejo al otro lado.




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Pajarita con billete bus, Llorendal.





 

 


Silla madera y trenzado piel, Llorendal








Esterilla de esparto, Llorendal


Acróstico-soneto sobre corteza de chopo, Llorendal
José Llorente Vidal,
Llorendal
(1931-2010)

martes, 28 de septiembre de 2010

Estoy acostumbrado

Ésta es, sin duda,
la mejor mesa:
Junto a la ventana.

Frente a mí,
un espejo en la pared
a modo de retrovisor
me dice cuándo viene.

La espero.

Estoy acostumbrado a esperar
y hacer ver que no lo hago.

También a los días grises
en bares como éste
y el mismo café
en distintos vasos.
A la vendimia nimia de las horas
y la ropa colgando.
A la rima fácil
de mi nombre y apellido
-me recuerda que no quiero
seguir rimando-.

Un momento.

Viene alguien.

No.
No es ella.

Lástima.

Ésta estaba más buena.



Foto: Vicente Llorente, en el lugar exacto del poema.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Gárgolas sin vacaciones

Dos poemas para una ilustración de Cristina Zafra, artista total. Forma parte de 13, exposición monográfica que se ha inaugurado hoy mismo en issimm sala d'art, en Cardona. En el programa lo presentan así:
13 es una exposición en forma de viaje, el viaje de 13 personajes en busca de canción, de historia, de movimiento. La exposición, que nos muestra unos dibujos hechos con tinta china y aerógrafo sobre papel, es el punto de partida de un viaje que se hace a través de la colaboración de escritores, músicos y bailarines. Estos dan vida y movimiento a personajes nacidos en blanco y negro, y se explican a través de la visión de diferentes disciplinas.

Hasta noviembre podrás disfrutarlo.

Beso, Cris.



martes, 13 de julio de 2010

LA VIDA EN REDONDO





Papá
cuando yo sea mayor
podré cambiar esa bombilla
que cuelga del techo.

Y cuando tú seas pequeño
me pedirás
que te la cambie.

Y jugarás de nuevo.




Vicente Llorente
Premio Vídeo-poema filMO LABoral 2010

viernes, 18 de junio de 2010

N13




Mi buena relación con Barcelona se puede resumir en un bus nocturno y de número supersticioso, con pasajeros pálidos y etílicos con los que volvía a casa después de una farra (siempre sobrio) o de mis clases de violín que acababan en la rambla junto a algún colega de oficio con el que despotricar contra alumnos, padres y jefes. El barrio chino, siempre tan acogedor y seguro (y no digo esto con ironía) podía proporcionarte, en una misma noche, imágenes pictóricas del parís del Pastís, una cerveza en plena calle frente al mostrador/escaparate o el dulce olor de una diosa entrando en el garito de persianas cerradas, que abría a nuestra distinguida presencia un hombre que me recordaba a Charles Aznavour.

Nunca se repetían las caras en el N13, a excepción de los conductores y una señora con gafas como lupas y aspecto contrahecho y triste. A cualquier hora, cualquier día (incluso un martes) en el que la inercia me llevara al bus de la buena suerte, ella subía en Plaza España con su pelo de aluminio y el poso que dejan las huellas de tanto tiempo que pasa, sin vida. Era mi ángel protector. O Nacha Guevara en El lado oscuro del corazón, tanto da: Algunas noches no volvía solo y dos piernas livianas y de verano sobre las mías buscaban luego acomodo entre besos y cucarachas libres de alquiler.

A esa fauna, religiosamente, he vuelto en mi última estancia. Este viernes, después de tocar en un Club Vip de la Diagonal me fui al barrio: allí estaba Charles Aznavour abriéndome las puertas del paraíso. Todo en su sitio. Todo igual. Es decir, desordenado.

Y a la hora de retirarme, tentado estuve de subir al N13 (¿La veré en Plaza España?). Pero nadie me espera en mi antigua casa. Nadie, salvo esa idea de libertad destemplada y purgativa, la no acción de la tristeza, el rotor del semáforo en la madrugada.

Espero que alguien haga algo con esas cucarachas.

lunes, 17 de mayo de 2010

BENEDETTI, esa búsqueda

Un año después,
sigo sin encontrar
su paradero. Supongo que estará
en el burdel de El lado oscuro del corazón,
haciéndose pasar por marinero alemán y recitando
sus poemas frente a esa puta triste
que, desde entonces,
responde al nombre
de Humanidad.





Sueldo (De Poemas de la oficina, 1956)
Mario Benedetti

Aquella esperanza que cabía en un dedal,
aquella alta vereda junto al barro,
aquel ir y venir del sueño,
aquel horóscopo de un larguísimo viaje
y el larguísimo viaje con adioses y gente
y países de nieve y corazones
donde cada kilómetro es un cielo distinto,
aquella confianza desde no sé cuándo
aquel juramento hasta no sé dónde,
aquella cruzada hacia no sé qué,
ese aquél que uno hubiera podido ser,
con otro ritmo y alguna lotería,
en fin, para decirlo de una vez por todas,
aquella esperanza que cabía en un dedal
evidentemente no cabe en este sobre
con sucios papeles de tantas manos sucias
que me pagan, es lógico, en cada veintinueve
por tener los libros rubricados al día
y dejar que la vida transcurra,
gotee simplemente
como un aceite rancio.

viernes, 30 de abril de 2010

GASPARINO ESTUVO AQUÍ

Su rostro
tallado en infinitos gestos,
asoma de un barro de siglos.

Sus ojos
poseen el vacío
de todo lo que vieron.
Hablan
del poso del tiempo.

Su boca
bosteza felicidad
y piezas de desguace.

Si tengo sueño, duermo.
Si tengo sed, bebo.


Porque es feliz.
Sencillo.
Completo.

Lo sabe.

Lo dicen sus manos
en el viento.

dibujo de Francisco Sanjuán.





martes, 13 de abril de 2010

CONTÉN HEDOR

«Hay que bajar la basura», dice una voz
a lo lejos, mezclada
con el tintineo de los cubiertos
en el fregadero.
Y tú, como un mal menor,
vacías el negro contenido
de un cenicero
y aparcas la bolsa junto a la puerta
mientras buscas otro cigarrillo
y te pones los zapatos
y el abrigo.

La noche
no te contempla.
No te reconoce.

Lanzas, cerrada,
la basura del día
pensando que de la otra
no te podrás librar
tan fácilmente.

miércoles, 31 de marzo de 2010

PERIFERIAS 5

"Esteban es un hombre taciturno, reservado y epiléptico, que se entretiene fantaseando sobre crímenes perfectos y atracos milimétricamente planificados, que nunca se anima a concretar."

Ese es el punto de partida de esta película y mejor que no sepáis nada más sobre ella antes de verla.

El Aura (Fabián Bielinsky, 2005) no se mide por tiempo, sino por intensidad. Si el ritmo es lento en ocasiones, es intencionado. Igual que Darín parece no hacer nada en este papel, y realmente es uno de los más complejos de su excelente carrera. La contención es difícil para un actor y Darín eso lo borda. Y el guión, in crescendo, exige una complicidad con la historia porque el director nos considera interlocutores válidos, inteligentes.
No me culpéis si luego no os gusta, pero a mí me atrapó desde el inicio. Y no por inteligente, sino porque me quise creer lo que veía. La tensión acumulada en los ojos del protagonista.
Una lástima que Bielinsky muriera poco después de hacer esta película, la segunda como director y guionista. Con Nueve reinas nos dijo que sabía escribir y dirigir. Con El Aura lo confirmó, aunque no tuvo tanta repercusión como la primera. Por eso la dejo aquí, en mis Periferias.




El Aura (Argentina, 2005)
Guión y dirección: Fabián Bielinsky.
con Ricardo Darín, Dolores Fonzi...
Música: Lucio Godoy.
Fotografía: Checco Varese.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Alejandro Jodorowsky presenta Poesía sin fin en Madrid y Barcelona (2010)

Para todos aquellos que les gusten las sorpresas, una faceta poco conocida de Alejandro Jodorowsky y (según él mismo) la que mejor le define: La poesía.
Viene a España a presentar su nuevo libro, Poesía sin fin (editorial Huacanamo, 2009) en el ámbito cultural de El Corte Inglés de Madrid (25 de marzo) y Barcelona (26 de marzo).

Os dejo con un vídeo promocional del libro que realizó AZ y al que yo le puse la música original.
No podré ir, así que, a ver si me cuenta alguien cómo ha ido...

lunes, 22 de marzo de 2010

Esta primavera




La primavera se demora tanto
que voy a olvidar que estuvo ayer,
cuando regrese su emoción de árbol
no me acordaré de florecer.

Confundiré tus senos con su trino
y en vez de cantar te besaré
tu cuerpo me parecerá un suicidio
y de fecundarlo moriré.

Jamás sabré si soy dichoso
si maravilloso o si terrible,
y no sabré lo que termina
o recién camina o lo imposible.

Esta primavera puede hacerme enloquecer.


Letra, música, voz: Silvio Rodríguez
Álbum: Mariposas (1999)
Guitarras: Rey Guerra y Silvio Rodríguez

viernes, 5 de marzo de 2010

Por la calle de Zelmar




Hice una canción a esta calle, sin haberla conocido. Ahora estoy en ella. Hay un teatro. Para ser como me la imaginé le faltaría un burdel, cortinas rojas y al menos una prostituta semivestida, leyendo un libro de poemas. Por lo demás, cubre sobradamente mis expectativas. Todo en Montevideo supera mi ficción, basada en hechos reales, cuando escribí:
Y allá
en las tristes aceras donde aparca el olvido
la luna, gigante de espuma, se cubre de oro
recién nacido. Mientras, ella, fumando mate
de amor florecido guarda,
además de unas copas mecidas por los tangos
y un crucifijo,
aquél libro de poemas que lee
bajo el mismo baño de sangre
cada noche,
hasta que la mentira da un portazo
con el alba
y una estrella
perdida
le devuelve su sombra:
Aquella que esperaba
su vuelta al doblar
la esquina.
No encuentro mejor manera de bailar las penas que hacer canciones. Rubén Blades dice en una: “cada pueblo tiene por lo menos un loco”. La calle de Zelmar también tiene el suyo. Un hombre con barba, medio calvo, una cifosis considerable, caminando a base de estertores eléctricos. Apoya su hombro en la ventana del bar San Rafael. Cada poco, se da la vuelta como si alguien lo llamara. Vuelve a su posición con los brazos detrás de la espalda, sujetando con una mano la muñeca de la otra.

He pasado toda la tarde con un café con leche y un helado de chocolate, observando sus movimientos. Cuando los clientes de la terraza se marchaban, tomaba el plato de las propinas y lo vaciaba en su bolsillo, bajo la mirada de los camareros, que reían. Deben conocerse desde hace mucho. Además, estos camareros son de oficio. Ya no se ven así en España.

Ya está anocheciendo en el verano austral donde las estrellas no son las mismas que vemos en la vieja Europa. Pero los locos, por suerte, son universales.

En la puerta del Hotel Balfer espera que un cliente le de la cena envuelta en papel. Se sienta en un portal (sospecho que es su salón) y deglute con aspavientos. Luego tira el papel a la basura y sigue moviéndose por su calle, guardando que todos los rincones sigan en su sitio.

No he podido averiguar su nombre. ¡Qué más da! Lo define mejor el hecho de sentirse libre en su locura, como el que deambulaba por la plaza de Cinema Paradiso o aquél que escribe sus poemas desde el manicomio de Gran Canaria: otro mito discretísimo -que diría Hortensia- como Zelmar o Mario, cuya locura salvará (si no lo ha hecho ya) el mundo.


Montevideo, 27 febrero 2009.
Bar San Rafael

miércoles, 10 de febrero de 2010

M-30

Como esta carretera, dando vueltas.
La vida satelizando el vacío,
el eco que nombra el eco que nombra.

Un coche destartalado en reserva
sin dirección ni frenos: Mi cabeza.

Ese muro, esa señal. Es todo
lo que me espera en la próxima curva.
El círculo vital. El Circo Vida
con un cartel de Entradas Agotadas
y el número estrella: Salto Mortal.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Ilustre Norman

Hoy me he enterado por google que las portadas del 'Saturday Evening Post' (que asocio desde pequeño al way of life americano) son obras de Norman Rockwell (1894-1978), ilustrador y depresivo, por ese orden. Un tipo con crisis de identidad y baja autoestima, creando lo que -a mi parecer- es una obra llena de humor, ironía, calidad y frescura.

Y nosotros, en este incipiente siglo raro, tecleando precisamente en google nuestro nombre, esperando que alguien diga algo de nosotros. Y lo cuelgue en la red, claro.

Yo, de momento, os dejo enlaces de este descubrimiento que me hacen creer un poco más en el poder de internet y me permiten pensar que google no es una página de promoción, sino un buscador.
Lo que, en origen, se pretendía.
¿O no?

Triple Autorretrato, Norman Rockwell





La bendición de la mesa, Norman Rockwell






miércoles, 20 de enero de 2010

PERIFERIAS 4

Hacía tiempo que no dejaba por aquí una "Periferia" de cine: una de esas películas que me han sorprendido. Una obertura impecable donde se juntan dos tipos genuínos, cuando menos.
Otro cuento del italiano. Tiene ese punto cándido y dulce que a veces empalaga, pero también forma parte de una manera de entender el cine y su papel.
Después de La vita è bella, ¿Qué?
Pues...




La tigre e la neve (El tigre y la nieve)
Dir. Roberto Benigni, 2005

domingo, 3 de enero de 2010

COTIDIANA MENTE

En estos días extraños de invierno
con nieve en Alicante y frío en los huesos
no es mala idea entrar en un bar
-a ser posible, modesto y de madera-
con un rincón tranquilo
y ventana cerca
donde adivinar las calles y su brillo
como peces dando vueltas por el desagüe.

Pensar en el bueno de Sabines
o en el amigo Wolfe
con una cerveza de la marca que sea
-ya a estas alturas- y en el primer trago
descubrir que el techo también es de madera
y flota el polvo y el humo crece
porque aquí, por supuesto, se puede fumar
entre las mesas con vasos marcando territorio.

Y uno dice
ahora, quiero un cortado
y ese deseo te lo cumple
un hombre enjuto y malcarado
con eficiencia y parsimonia.

Es lógico.
Es todo tan simple que asusta.

Para este miedo
se inventaron las tareas.

La mía es estar
por ejemplo aquí,
sencillamente en paz con la vida,
conversando con Jaime o Roger
mientras en el cenicero
sigue la orgía.

La cópula de colillas retorcidas.